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Frases y citas con "Actitudes Y Acciones Dicen Lo Suficiente No Necesitas Respuestas"

Henry Miller escribió :
"Si quieres olvidar a una mujer, conviértela en literatura”.
La frase me pareció bastante lógica, por lo que me nacieron dos preguntas
¿Acaso es que el título de "mujer" es muy poco para lo que en verdad eres? ¿O es más bien que el título de "Literatura" es demasiado para lo que yo escribo ?
Pues después de todas las frases, poemas y canciones que te he escrito durante todos estos años
sigo sin poder olvidarte...
Y después de analizar bien ambas preguntas y sus posibles respuestas, sólo pude llegar a una conclusión.
Y es, que todo buen escrito tiene que tener un final,
uno no puede sólo escribir y escribir y escribir sin parar durante años
y al llegar al penúltimo capítulo volver al primero
sólo para parafrasear todos los capítulos y crear uno nuevo
que realmente no es más que lo que ya habías dicho con anterioridad.
Ya que eso convertiría a dicho escrito en un ciclo
y todos los ciclos terminan mal,
pues al no tener principio ni fin
uno nunca llega a estar seguro del todo si ese ciclo ya había terminado desde antes de que uno creyera que a penas comenzaba.
Así pues, hoy llegó el día de sentarme en está mesa donde estoy sentado ahora,
retomar este escrito cuyo principio ya no merece la pena recordar,
y escribir el último capítulo para poder poner tranquilamente el ya merecido "punto final" a está "historia"
y así poder liberarme de estos grilletes que yo mismo creé sin necesidad alguna.
Hoy escribí la última canción para ti, ya no te necesito...
Y tú,
tú ya puedes morir tranquila mujer,
pues ya no eres ni "mujer" ni "morirás"
desde hoy eres literatura...
+24 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 1119 hace 9 años
0 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 19 hace 9 años
+3 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 23 hace 9 años
—Ni García Prieto. Ni Prieto. Digo —¿me oyes?—: odio a la mentira. Digo: odio a los sofistas. Digo: odio los silogismos. Odio vuestras consignas, las que aceptáis sabiéndolas falsas y estáis dispuestos a defender hasta la muerte, no por lo que digan, que tanto os da, sino por quien os ha dicho que las sostengáis. Crees en lo que te dicen, sin creerlo. Tienes papa, que profetiza sobre el color de los zapatos, los comedores populares o el último discurso de Negrín. Tenéis un papa para cada cosa y para cada día. A veces dais sensación de párvulos.
—Todo lo que quieras, pero es la única manera de ganar la guerra. No se me oculta mi ingenuidad, pero toda esta mentira que te choca se convierte en norma de ejércitos. Los nuestros luchan por la tierra: ésa es su verdad; por las fábricas. El tremendo daño de los otros es que luchan por unos principios nebulosos. De nuestro lado me basta con mi carpintero, mi albañil. Saben y tiene fe. La fe y la acción son una misma cosa. Cuando falta la fe y queda sola la inteligencia, las épocas degeneran. La inteligencia es una fuerza pasiva, agrícola. Sólo la fe empuja. A veces el hambre: la fe, hambre que no se sacia.
—No lo diría mejor Cuartero.
—Toda fe sin acción no es fe, sino caparazón. La inteligencia sin fe se reconcome, gongoriza y muere matando. Demasiados absurdos en este mundo para que la inteligencia pueda mantener el hombre en tensión. La inteligencia divide, enfrenta, cristaliza, pero en ningún momento engendra más que espejos o escepticismos.
—Por eso tu partido le tiene tanta prevención a los intelectuales...
0 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 23 hace 9 años
Podía ver el camino que se abría frente a mí. Yo era pobre e iba a continuar siéndolo. Pero tampoco deseaba especialmente tener dinero. No sabía qué es lo que quería. Sí, lo sabía. Deseaba algún lugar donde esconderme, algún sitio donde no tuviera que hacer nada. El pensamiento de llegar a ser alguien no sólo no me atraía sino que me enfermaba. Pensar en ser un abogado, concejal, ingeniero, cualquier cosa ipor el estilo, me parecía imposible. O casarme, tener hijos, enjaularme en la estrucutra familiar. Ir a algún sitio para trabajar todos los días y después volver. Era imposible. Hacer cosas normales como ir a comidas campestres, fiestas de Navidad, el 4 de Julio, el Día del Trabajo, el Día de la Madre... ¿acaso los hombres nacían para soportar esas cosas y luego morir? Prefería ser un lavaplatos, volver a mi pequeña habitación y emborracharme hasta dormirme.
Mi padre tenía un plan maestro. Me dijo:
- Hijo mío, cada hombre debería de comprar una casa en su vida. Cuando muera, su hijo heredaría esa casa. Más adelante ese hijo compra su propia casa y luego muere. Entonces su hijo hereda dos casas. Ese otro hijo pronto adquiere la suya propia y entonces ya tiene tres casas...
La estructura familiar. O cómo vencer a la adversidad a través de la familia. Él creía en eso. Coge la familia, mézclala con Dios y la Nación, añade diez horas de trabajo diario, y tienes todo lo que necesitas.
Observé a mi padre, sus manos, su rostro, sus cejas, y supe que ese hombre no tenía nada que ver conmigo. Era un extraño. Mi madre no existía. Yo era un maldito. Mirando a mi padre no vi nada más que una insipidez indecente. Peor aún, él tenía mayor miedo a fracasar que el resto de la gente. Siglos de sangre campesina y de educación campesina. Las características sanguíneas de los Chinaski se habían debilitado por unos cuantos siervos de la gleba que empeñaron sus vidas en pequeños logros fraccionarios e ilusorios. No hubo ningún hombre en el arbol genealógico que dijera: "¡No quiero una casa, quiero mil casas y las quiero ahora mismo!"
Mi padre me había enviado a ese instituto para ricos deseando que se me pegara el aire de los dirigentes mientras observaba a los muchachos ricachones haciendo chirriar sus cupés color crema y acompañando a chicas de trajes brillantes. Sin embargo, aprendí que los pobres normalmente permanecen en la pobreza. Que los jóvenes ricos husmean el hedor de los pobres y aprenden a encontrarlo divertido. Tienen que reírse, porque de lo contrario sería demasiado aterrador. Han aprendido eso a lo largo de los siglos. Nunca perdonaré a las chicas por meterse en esos cupés color crema con los rientes muchachos. No podían evitarlo, por supuesto, pero siempre pensabas que tal vez... Pero no. No había tal vez. El bienestar económico significaba victoria, y la victoria era la única realidad.
¿Qué mujer elige vivir con un lavaplatos?
+4 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 23 hace 9 años
No somos asustadizos, la muerte no nos preocupa mucho. Ya por el solo hechos de que no apreciamos demasiado la vida. Mi amado padre, una media hora antes de morir, se expresó del siguiente modo:
-Estoy hastiado de esto, pero muy hastiado. –Y dejó a un lado el periódico que tenía entre sus manos. Y después incluso corrigió sus propias palabras-. Estoy hastiado de vosotros. –dijo con todo pragmatismo.
Y poco después falleció piadosamente.
Porque así somos nosotros. No nos gusta vivir, somos pesimistas, permítaseme escribirlo aquí, y con el mismo término, soy pesimista, si bien no en el sentido en que lo entienden los filósofos. Mucho más sencillo.
-¿Has visto alguna vez un lechón? –Me preguntó mi padre en una ocasión-. ¿Y bien? Es un animalito suave, y a este animalito se acercan seres extraños que lo toman en sus manos, que se lo quieren comer: entonces está claro que chilla. Y ésa también es tu tarea en la Tierra –me alentó muy amistosamente el anciano caballero.
Sí, esa es mi tarea y la tarea de mi alma. Pues de que el ser humano no lo tiene bien aquí en la Tierra jamás me ha cabido duda alguna. No es sólo mi opinión, es una opinión que llevo en la sangre. Que este mundo es una amarga broma, y ser hombre una infamia. Porque en el mundo se abusa del alma que se le ha dado al ser humano, se le engaña y se le llena de ilusiones con todo género de promesas. ¿Cómo expresarlo? El hombre acarrea con la importancia de la existencia, es más, con la pretensión de la eternidad, ¿y cuál es su destino? El miedo y la huida, el horror al peligro de la muerte desde el primer instante de la existencia, ¿hay alguien que pueda entenderlo? ¿Que este pequeño fuego que se ha recibido prestado amenace sin cesar con la extinción? ¿Y qué debo pensar del resto? Hago acopio de mis recuerdos como un acumulador, de los cuales sin embargo pierdo una parte, mientras que la otra se transforma, la distancia y el tiempo van modificando su forma y nadie sabe nada de todo eso. De manera que ésa es mi propia historia, sobre la cual nadie tiene noticia, y ni yo mismo me la creo al final. Y eso, además, tampoco es suficiente. Pues a fin de cuentas uno quiere un pelín más, luego más y más, mi deseo es insaciable… ¿Y no es igual que cuando uno bebe demasiada agua? Ya podría uno pegarse un tiro de tanta agua que ha bebido y aún tendría sed. En una palabra, al alma le resulta incomprensible este mundo, aquí quiero desembocar, en que el mundo no es la patria del alma, porque lo que hay en el mundo es diferente de lo que el alma esperaba y deseaba… Pero entonces, si el mundo es extraño para el ser humano, ¿para quién es apropiado?
0 ¡Me encanta! No es para tanto
Enviada por 23 hace 9 años

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